En una de sus puertas campea la fecha de 1900, aunque la construcción de la bodega debe de ser unos años anterior.
Su época de apogeo coincidió con los años centrales del siglo XX, cuando mayor producción vitivinícola hubo en la zona.
La bodega está compuesta por varias naves y un gran patio central invadido por la maleza y donde ahora viven a sus anchas pájaros, roedores y algún gato despistado.
Con el advenimiento de la unión europea y de sus designios, no siempre sensatos, se inició una época de declive de la agricultura andaluza que aún no parece haber terminado. Sin duda ahí está gran parte de la razón por la que tantas grandes bodegas de nuestra zona se han visto abocadas al cierre y al abandono.
Hace menos de un año se demolió este chalet en el que yo entré muchas veces en su buena época, no en vano sus propietarios son muy amigos de mis padres.
Corta vida la que tuvo esta bonita vivienda, con un cierto punto colonial, construida en los años setenta para ser abandonada en los ochenta.
Sus días han acabado siendo guarida de okupas e incendiada por uno de ellos. Cuando la excavadora metió sus fauces en la fachada, desapareció para siempre este original enclave en la travesía de Bollullos.
He aquí un edificio de singular arquitectura: la Casa Cono. También conocida por Cono, esta original construcción se edificó en el camino de La Parrilla y Las Colonias en el año 1961 para vivienda de los propietarios de la finca.
En la época de su construcción, existía aquí una plantación de eucaliptos y una caldera para elaboración de esencias, que ya han desaparecido.
La Casa Cono estuvo habitada durante muy poco tiempo, ya que a mediados de los años setenta los dueños se trasladaron al pueblo. Desde entonces este edificio está abandonado, aunque en algunas épocas se ha utilizado como cuadra